Los calzoncillos inteligentes

A medida que avanza la tecnología, las ideas bullen cada vez más en las cabezas de los científicos. Quieren innovar con las herramientas que el progreso va poniendo a su alcance.

Y algunas de las invenciones son de lo más bizarras: ya están aquí los calzoncillos inteligentes. El calzoncillo inteligente es un modelo slip, un básico, en blanco o negro, con una goma elástica que se ajusta a la cintura, que incluye un componente que es lo que hace a está prenda interior especial.

Tiene una serie de electrodos de carbono (biosensores) pegados que están en constante contacto con la piel y miden la concentración de una serie de sustancias químicas que exuda nuestra piel y están asociadas con muchísimos procesos biológicos.

Con ellas se puede deducir muchos parámetros como la presión arterial, el ritmo cardíaco y otros signos vitales.
'Made in USA'

Los calzoncillos inteligentes son un invento estadounidense, de científicos especializados en nanobioelectrónica de la Universidad de California San Diego.

El desarrollo está financiado por el ejército así que los soldados probablemente serán los primeros en usar el ingenio. La idea es usar los calzoncillos para monitorizar a soldados que han tenido que ser intervenidos quirúrgicamente en el campo de batalla.



Con los calzoncillos inteligentes será posible tener controladas sus constantes de la manera menos aparatosa posible. Y también quieren (esto aún es solo una idea) que los calzoncillos lleven fármacos incorporados que la prenda aplicaría al herido cuando fuera necesario. Serían antisépticos y también analgésicos para aliviar el dolor.

Si la prenda demuestra su resistencia ante el desgaste típico del uso y a la deformación de la misma, es posible que empiece a fabricarse para la población general.

Sus inventores ya le auguran varias tareas, como monitorizar desde el hospital a ancianos que están en su casa, así no tendrán que desplazarse para una revisión rutinaria.

También los médicos podrán controlar parámetros clave en enfermos crónicos, como los diabéticos, o incluso pueden servir para alertar a los servicios de emergencia si la persona que los lleva sufre un accidente cerebrovascular, por ejemplo, o un infarto de miocardio. También podrían usarse para medir los niveles de el alcohol en sangre o para controlar el consumo de sustancias ilegales en conductores.

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